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| Los Amantes del Campo. |
Gustave Courbet, considerado uno de los pintores más fascinantes del siglo XIX por el compromiso social que dominó su pintura (Los picapedreros) y su propia trayectoria vital (participó activamente como revolucionario en el París de la Comuna y propuso derribar la columna Vendôme), es poco conocido sin embargo en otra de sus grandes facetas: la de soñador que, en sus retratos, paisajes, dibujos y bodegones plasmó un universo tamizado por sus reflexiones internas y muy alejado de la desenfrenada industrialización que marcó la época en que vivió.
Más de ochenta obras del artista cedidas por museos internacionales se mostrarán, desde el 15 de octubre, en Schirn Kunsthalle, con el objetivo de analizar a este otro Courbet, que, partiendo de los puntos de vista del Romanticismo alemán, desarrollaría una poética visión de lo moderno que conectaría más tarde con Cézanne y Picasso y con el Simbolismo, el Surrealismoy el Realismo Mágico. Se abordará también la influencia del creador galo en autores contemporáneos como Neo Rauch o Gerhard Richter.
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